miércoles, 29 de noviembre de 2006

Desarrollo de la Escritura

Dentro del área de Lengua y Literatura, una herramienta útil para que los niños aprendan a pensar puede ser la composición escrita. Tradicionalmente, la enseñanza ha consistido en pedir a los niños que redacten unos párrafos sobre un tema preestablecido y, posteriormente, evaluar de forma positiva o negativa según se hayan adecuado o no a las normas de composición, gramaticales-ortográficas, sin apenas haberles aportado suficiente información previa al respecto, ni ser motivante para ellos.
Por tanto, antes de realizar una redacción, tenemos que tener presentes unos objetivos que alcanzar.
Para un buen desarrollo de la expresión escrita, no hemos de olvidar el fomento de la lectura.
En este caso seguiremos el enfoque del modelo procesual.
Los enfoques procesuales están basados en la utilización de una serie de estrategias cognitivas a lo largo de las distintas fases del proceso de escritura. Estas fases son las siguientes: motivación, prerredacción, redacción, revisión y evaluación.
Para aplicar este enfoque tenemos que partir de la situación en la que se encuentren nuestros alumnos.
Por otro lado, esta evaluación inicial nos servirá para contrastar el avance o no en nuestro proceso.

Motivación
Es evidente que los alumnos no están dispuestos a escribir de manera natural.
Debemos presentar la escritura como un medio a través del cual expresar nuestros sentimientos, inquietudes, opiniones... Pero
Hablamos de aprendizaje significativo y solemos olvidar el verdadero sentido de esto.
Lógicamente, cualquier actividad que realicemos dependerá del grupo de alumnos con que nos encontremos, no sólo en cuestiones como la edad-sexo, sino aspectos evolutivos, madurativos, sociales, económicos...
¿Cómo motivar? En primer lugar partiendo de algo que interese a nuestros alumnos. Debemos hacer la actividad dinámica, participativa, donde las ideas, opiniones e inquietudes de nuestro grupo de clase es fundamental para un buen desarrollo de la actividad. Esto no debe dejar de lado los objetivos que como docentes debemos marcarnos, y que en nuestro caso es el desarrollo de la escritura de manera creativa, medianamente correcta (gramatical y ortográficamente) y el desarrollo comunicativo que la escritura como lenguaje debe tener.
La escritura debe cumplir un fin comunicativo, es decir, que no todo comienza y termina en un folio que utilizará el alumno y corregirá el profesor. Debemos motivar a los alumnos, desde realizar concursos de relatos, a la redacción de artículos para un periódico del colegio, o un texto de queja o sugerencia, o una carta al director de una revista que ellos suelan leer, o un texto que será el guión de un programa de radio o televisión, o escribir un poema a aquella persona que amamos, escribir una carta a un conocido, un diario, crear una página web... Debemos hacerles ver que la escritura tiene un fin comunicativo, siendo aquí donde radica la verdadera utilidad de la misma.
Todo medio debe cumplir un determinado fin, y si queremos que aquello que nuestros alumnos escriban sea relevante y significativo para ellos, deberá tener un fin que sobrepase lo evaluativo.

El tema
Tal como hemos comentado anteriormente podemos partir de un texto de libre elección de cada uno de los alumnos o bien podemos poner en práctica otras estrategias.
No obstante, podemos ver ésta como una técnica para proponer un tema sin que ello así parezca, dejando una amplia libertad a los alumnos en su redacción. Por
Por ejemplo, coche y zapato, o niño y cenicero. A partir de aquí la imaginación de nuestros alumnos creará un relato donde primará la creatividad e imaginación de cada cual.
En la redacción debe cumplirse este mismo contexto y coherencia.
A partir de aquí debemos juntar los datos e ideas que pretendemos expresar, y hacer un borrador del texto a realizar.
Este borrador es igualmente útil a alumno y profesor.
Comentar en este punto que pueden ser los propios compañeros los que aporten sugerencias, siendo la labor del docente más orientadora que prescriptiva.

Redacción o composición
En cierta forma esta es la parte central de nuestro trabajo, pero no es el fin último, sino un medio que atenderá a otro objetivo.
Dependiendo del texto, debe reflejarse la creatividad o cumplir el aspecto formal o informativo (según el fin que deba cumplir la redacción). Debemos atender la corrección gramatical y ortográfica, haciendo uso del diccionario en caso de dudas.
Es imprescindible la autoconfianza del alumno en la tarea que realiza, en tanto sea significativa, tenga un fin concreto, y se valore su trabajo de manera positiva.
Revisión
Dado que estamos en un programa de desarrollo de la escritura, debemos revisar constantemente cada uno de los procesos. Pero no podemos olvidar que el desarrollo de la escritura no es algo acotado en el tiempo, siendo imprescindible una constancia en el tiempo, en las actividades realizadas a lo largo del curso académico y en coordinación con las diferentes asignaturas que se imparten en el aula.
El docente, como orientador, deberá presentar determinadas técnicas, incorrecciones frecuentes, con aspectos concretos como la separación de párrafos, saber discernir entre las ideas principales y secundarias, la organización y coherencia de los textos, el uso de los signos de puntuación o conectores de enlace, la variedad en el vocabulario...

Evaluación
No se va a realizar una evaluación, entendida ésta como una calificación. El objetivo último que nos marcamos en fomentar la escritura dentro de su utilidad comunicativa concreta, buscando la corrección y el estilo, al mismo tiempo que capacitamos a nuestros alumnos en la escritura formal o administrativa.
Actividades de desarrollo de la escritura.
En los trabajos sobre la biblioteca de aula, o incluso en el fomento de la lectura, hemos descrito actividades que son fácilmente ampliables o adaptables a las de escritura. No por ello, vamos a describir algunas actividades que, a título orientativo, pueden servir en el desarrollo de la escritura.
 Hacer un relato corto (individual).
Esta actividad puede realizarse en grupo, realizando el relato entre todos. No
 Realización de un periódico.
Así, las palabras trascienden el mero uso en un texto concreto.
 Carta a nuestro personaje favorito. Por ejemplo, a Sherlock Holmes.
Se añadirán viñetas, pequeños artículos, dibujos, etc. La estructura del periódico se adaptará al nivel de los cursos que la deban llevar a cabo, y repartiremos la tareas entre los niños, de manera que todos hayan participado en su redacción a final de curso.
Se podría hacer un periódico a nivel del centro, en el que se coordinarían las diferentes aulas y se seleccionarían los artículos más interesantes de cada clase.

 Concurso entre varios colegios con los mejores trabajos realizados en diferentes asignaturas

 Escritura no creativa
En este punto queremos resaltar la importancia de la escritura no creativa practicada en el propio ámbito escolar. Es muy habitual la redacción creativa en las actividades que se desarrollan en el aula, pero no podemos obviar las necesidades a las que deberá enfrentarse el alumno en la vida cotidiana, sobre todo cuando sea mayor.
Desde rellenar un formulario concreto, una solicitud, una instancia, escribir una carta, un informe, cómo realizar un trabajo, un resumen, un esquema...

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